Si te preguntas acerca de cómo reconocer a un Aries, la respuesta puede ser más compleja de lo que imaginas, ya que detrás de estos seres con un fuerte apretón de manos, una amplia y contundente sonrisa y mirada firme y penetrante, se esconden personas cuya alma es vulnerable y cuyos sentimientos pueden ser fácilmente heridos. El fuego que los rodea no es más que una manifestación de una pasión interna, la cual canalizan en sus causas humanitarias y en la carnalidad del amor. Conoce a este fascinante signo del zodiaco.
Distinguir a un Aries a kilómetros
Si estás interesado en contactarte con un Aries y no te atreves a preguntar el signo de esa persona que ha despertado tu interés, no tienes más que observar cómo se desempeña la persona y podrás identificar si es o no un Aries.
Los arianos y arianas suelen encontrarse conversando animadamente con quienes los rodean, independientemente de si son sus amigos de toda la vida o si acaban de ser presentados. Ellos son cálidos, hospitalarios y su mirada se incrusta en los niveles más profundos de la conciencia de sus interlocutores. Otra característica a subrayar será la forma en la que gesticulan: sus ademanes son enfáticos, pero nunca invasivos, su voz es marcada y profunda, pero nunca agresiva. En otras palabras, ellos sabrán cómo envolvernos en su red de sensualidad, porque sus encantos son sencillamente avasallantes.
Cómo son los Aries en su fuero más íntimo
- Humanitarios: una vez lo hemos identificado, deberemos saber cómo son y cómo piensan estos representantes del zodiaco. La característica que más identifica a los Aries es su sensibilidad hacia causas humanitarias, las cuales defienden con uñas y dientes. La injusticia no forma parte de su diccionario y harán lo posible por eliminarla de todos los diccionarios posibles.
- Temerarios: la temeridad es otro rasgo que los distingue. Del mismo modo en el que le hablan a un barrendero, lo harán con un inspector de tránsito que está a punto de multarlos. Ellos no conocen el miedo y tratan a todo el mundo por igual.
- Egocéntricos: debido a que es el primer signo del zodiaco, Aries es el signo del nacimiento, del yo y de las necesidades personales. Esto puede llegar a interpretarse como egoísmo y hasta como un descaro cuando nos llame a altas horas de la madrugada para comentarnos acerca de algo que lo inquieta. Sin embargo, quien quiera llegar a conocerlos, tendrá que acostumbrarse a que esta es su cosmovisión, es decir, su modo de ver el mundo: primero está él y luego… él.
- Cálidos: Sin embargo, Aries es esa persona que no dudará en darnos un brazo si lo necesitamos. Es cuando nos conectamos con su alma el momento en que realmente conocemos a este vulnerable ser, el cual se conmueve ante la necesidad y el dolor ajenos y hace todo lo posible por solidarizarse con nosotros y solucionarnos aquello que nos tiene angustiados.
- Vulnerables: por último, las apariencias sí engañan en Aries, puesto que detrás de esa coraza que hasta puede tildarse de altanera, encontramos a un hombre o a una mujer que, si su sensibilidad se viera herida, caería con pocas posibilidades de recuperación a corto plazo.